Crónicas
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Los pueblos indígenas que actualmente habitamos en Venezuela somos descendientes de aquellos primeros pobladores que llegaron a nuestro territorio hace miles de años, provenientes de diferentes puntos de la tierra, principalmente de Asia, con más de 20.000 años de poblamiento de nuestros terruños.
Aunque somos muy parecidos unos a otros, hay diferentes maneras de ser indígena, de entender el universo y de concebir nuestra creación. Por ejemplo: los ye’kuana y los warao somos reconocidos como excelentes navegantes y constructores de curiaras, pero habitamos en lugares distantes y nuestros idiomas y algunas de nuestras costumbres son muy diferentes.
Los ye’kuana vivimos actualmente en la selva del Amazonas y la Guayana venezolana, donde abundan los tepuyes y nacen muchos de los ríos tributarios de sus aguas al Gran Río Orinoco. Construimos unas hermosas y grandes casas circulares de techos cónicos que llamamos churuatas.
Los warao por nuestra parte habitamos en el Delta del Orinoco desde hace miles de años. Allí, sobre las aguas de los muchos caños que conforman el Delta, levantamos nuestras casas encima de una estructura de pilotes que llamamos janoco. Estas casas, muy parecidas a las que construyen nuestros hermanos los añu o paraujanos en la laguna de Sinamaica (Estado Zulia), son las que conocemos como palafitos. Hay otros hermanos pueblos que despues te contaran sus historias.
Para la mayoría de nosotros los indígenas la agricultura, la caza, la pesca y la recolección constituyen nuestra principal fuente de alimentos.
La venta de algunos de los productos obtenidos y de los objetos artesanales que producimos para comerciar, es igualmente para muchos de nosotros una importante actividad económica.
También hay otros hermanos como los pueblos wayúu, mejor conocidos como guajiros (por la zona dende viven), que han hecho de la cría y pastoreo de ganado, su principal actividad económica para sostenerse sin que ello signifique ningún abandono de sus creencias y vida tradicional.
La recolección sigue siendo una actividad importante ya que gracias a ella obtenemos algunos de nuestros alimentos. También recolectamos semillas, raíces, cortezas y hojas con las que preparamos medicamentos y pigmentos; así como fibras vegetales con las que elaboramos cordeles, cestas, chinchorros y otros objetos.
Estos productos a su vez, constituyen la base de una amplia y muy antigua red de relaciones comerciales entre nuestros diferentes pueblos indígenas y así como de intercambio con las actuales poblaciones criollas.
La obtención de tan diversos productos sólo es posible gracias a una serie de técnicas y conocimientos que tenemos sobre el ambiente que nos rodea. Estos conocimientos los hemos transmitidos de generación en generación hasta nuestros días y a nuestros descendientes, lo cual nos ha permitido aprovechar y conservar los diversos ecosistemas que conforman nuestro territorio nacional, como son: los llanos centro-occidentales, los morichales siempre inundados del Delta del Orinoco, las tierras casi desérticas de la Guajira, la Guayana Esequiba y las húmedas e intrincadas selvas del Amazonas.
Fuente:
Biblioteca Nacional / Instituto Agrario Nacional / COMISIÓN DE EDICIONES DIVULGATIVAS: Pueblos Indígenas de Venezuela. Agricultura y Cría N° 15. Caracas, Venezuela, mayo 1998
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